Poseía una estructura rectangular de 1 piso y campanario sobre 4 niveles que de 3 naves, la central, soportada por columnas de madera. Esta propiedad pertenecía a la Sucesión Torrealba en el año 1860, quienes la permutaron a la diócesis por un terreno ubicado en el sector de San Antonio, con el interés que la parroquia de Chépica se encontraba en la cabecera comunal.
Amanece el 27 de febrero, y los chepicanos enfrentan una imagen cruda: el terremoto no sólo ha afectado sus casas, también los edificios históricos que rodean su plaza. Entre ellos, la municipalidad, el Cuerpo de Bomberos, Fundación Las Rosas, y su parroquia de arquitectura rural decimonónica. De ella, apenas se mantuvo en pie el campanario, que dio su último repique en la madrugada del gran sismo, transformándose en un llamado urgente al rescate.
El terremoto había destruido las tres naves de la Parroquia de San Antonio, construida en el año 1879, pero los expertos determinaron la necesidad de demoler la tradicional torre que contenía las famosas campanas del templo, para evitar posteriores derrumbes y los riesgos asociados.
En el mes de abril de 2010 los bomberos procedieron a rescatar las dos campanas de bronce, las que habían sido donadas en el año 1938 por el Club de Huasos del pueblo a la comunidad de San Antonio de Padua y que acompañaron las misas del pueblo durante más de 75 años.